Este es un artículo de la Revista Chilena de Nutrición que me pareció muy interesante en especial en el mundo en el cual me muevo y mis vivencias personales
Extracto:
Se observó que sí existen cambios en la significación propia del cuerpo luego de la cirugía bariátrica a la que se sometieron. Entendiendo el cuerpo no sólo como un cuerpo físico, sino también erógeno , el cual se conquista y construye en el tiempo y que guarda relación con la historia particular de cada individuo : se evidencia además de un cambio físico, un cambio en la significación del propio cuerpo. Se concluye que la cirugía bariátrica marca un hito en la vida de estas mujeres, a partir del cual comienza un proceso de reconquista, redescubrimiento y dominio del cuerpo.
Esta nueva significación habría tenido un efecto directo en la forma en que estas mujeres se relacionan con su cuerpo, y esto nos permite pensar en la importancia de entender la obesidad como un fenómeno psicosomático. O sea, comprender cómo se relaciona el sujeto con su cuerpo ya que en él van quedando inscritas las huellas de su historia, historia que también debería quedar inscrita en la psique. Si no se lleva a cabo dicho proceso, se produce una separación que puede explicar las conductas de abandono con ellas mismas, existiendo en todas incomodidad con su cuerpo y un descuido físico antes de la operación, quizás, como mecanismo de defensa para no asumir un cuerpo obeso. Una de ellas reconoce que “no se daba cuenta de lo gorda que llegó a estar”. Como explica Winnicott, en la enfermedad psicosómatica hay una separación entre la psique y el soma, lo que lleva a una escisión entre el cuidado físico y el cuidado de la psique.
Según el relato de las mujeres, tanto explícita como implícitamente se puede afirmar que efectivamente existen cambios en la significación de su propio cuerpo, sobre lo cual Florencia afirma: “[…] Como que ahora me doy cuenta de lo importante que es para mí el cuerpo, cosa que antes en verdad no era consciente, yo en verdad creo que me daba lo mismo […]”
Estos cambios apuntarían a una mejora en su calidad de vida, en su percepción y valoración del cuerpo y en una mayor conscientización de esta unidad mente-cuerpo, cambios que se confirman en el discurso de Javiera, quien dice: “Ahora mi cuerpo es lo mejor que tengo, es la carta que tengo a jugar.”
Se puede apreciar entonces un cambio drástico en el antes y en el después de la cirugía, siendo Javiera quien lo ratifica abiertamente diciendo: “[…] mi vida cambió radicalmente, el cambio fue demasiado bueno […]
Mi experiencia:
Estoy 100% de acuerdo que la operación abre a nuevas posibilidades con el cuerpo de una bariátrica, sin embargo, creo que es necesario tomar en consideración si quien se opera sufre de problemas de ansiedad o mentales mayores. Para mí fue un proceso duro que valió la pena, pero conozco personas que juran que si tuvieran la oportunidad de decidir nuevamente, no se operarían, y sea por el fracaso que implicó (fracasan luego de pasar por mucho esfuerzo y privaciones) u otras porque nunca llegaron a estar contentas consigo mismas, aquellas y las ansiosas me parecen las más necesarias de atención.
En mi caso, volví a sentirme como de adolescente y sentir gusto por volver a salir y socializar, cosa que tenía bastante abandonada por el hecho de “no tener que ponerme” y el efecto psicológico fue de ser menos vulnerable y más empoderada conmigo misma, lo que es un plus al enfrentarse a la vida por las cosas que he y estoy pasando yo.
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